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Cosas que pasan en los funerales.


Una de las experiencias que casi todos tenemos que pasar es la de asistir a un funeral. Tras algunas experiencias noté que hay ciertos patrones y conductas que se repiten y personajes que no pueden faltar.

Si el funeral es en un velatorio, el mismo será una cosa fría, marmolada y de mal gusto en cualquier aspecto, con iluminación de lamparitas e 25 watts, aroma a flores fermentadas y café hecho con subproductos de la fabricación de tinta china. Encima se supone que uno debe estar 12hs o mas a base de esta tinta, agua de la canilla en jarra de los ochentas y caramelitos de la tia Yoli.

No importa si el funeral es algo íntimo y familiar, siempre va a caer alguien que no tiene nada que ver y no lo conoce ni el mono.

Infaltable el que cuente algún tipo de chiste o historia verídica hilarante y rompa con la solemnidad del momento.

El olor a clorofila mezclado con agua y un fondo de ayudín.

La que llora desconsoladamente a pesar de que no conoce al difunto.

El que se te pone a hablar de cosas aburridas y sin nexo para que ademas de triste termines con un sueño insoportable.

La desmayada.

El que asistio 2 minutos para dar el presente y así evitar cualquier reclamo.

La viejita de mas de 100 años.

El/la desubicado/a con ropa inapropiada para el momento, musculosa para el hombre y escote hasta el ombligo en señoras de mas de 60 como ejemplos mínimos.

El borracho que cayó porque vio luz. Este personaje puede terminar siendo el alma del velorio en algunos casos.

El familiar lejano que llega de otra provincia aún mas lejana.

Los buitres de la funeraria.

El niño molesto y malcriado que no pudieron dejar en la casa de nadie porque no se lo aguanta ni la abuela.



Los familiares buitres que están para ver que ligan en la herencia.

El amigo que te acompaña, se encarga que todo sea mas fácil y menos amargo el trago.

El cura que nunca visito al difunto y se manda un discurso genérico sobre las bondades del mismo.

El familiar “piojo resucitado” que intenta ser el protagonista del evento.

El “toqueton de cadáveres” que a pesar de no haber tenido una relación muy cercana con el difunto lo toca, lo acaricia, lo peina, etc.

La cantidad de personajes y situaciones que se repiten son innumerables y en otro post nos dedicaremos a ver el tema de el protocolo y costumbres ridículas que uno suele cumplir en estos momentos tristes.


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